Esta estrategia sostenida busca proteger las fuentes hídricas que abastecen a la ciudad y garantizar que las bocaminas clausuradas en 2024 permanezcan selladas. La operación, que fue un compromiso derivado de la COP16, involucra a más de 100 uniformados desplegados permanentemente en la alta montaña. Dos pelotones del Ejército y 45 policías de Carabineros realizan patrullajes constantes, instalan campamentos y controlan el ingreso de insumos y maquinaria a la zona protegida. Según Jairo García Guerrero, secretario de Seguridad y Justicia, estas acciones han dado resultados concretos en 2025, con seis capturas por explotación ilícita de yacimientos y la destrucción de equipos utilizados para esta práctica ilegal.
El alcalde Alejandro Eder destacó el cierre de 11 bocaminas como un logro emblemático, afirmando que “los Farallones están protegidos”. Sin embargo, organizaciones como la Fundación Natura advierten que persisten intentos de reactivar la explotación, lo que subraya la necesidad de una vigilancia constante. La estrategia no se limita a la minería; también combate otros delitos ambientales.
En lo que va del año, la Policía de Carabineros ha decomisado más de 1.500 metros cúbicos de madera extraída ilegalmente en el Valle del Cauca y ha recuperado más de 800 especies de fauna silvestre y doméstica, 464 de ellas en Cali. El mayor Mauricio Ramírez García, jefe de la regional de Carabineros, informó que 137 personas han sido capturadas por delitos ambientales en 2025 e instó a la ciudadanía a denunciar estas actividades.