Según datos del Observatorio de Seguridad, Cali reportó 754 homicidios entre enero y septiembre de 2025, un aumento del 9 % en comparación con los 690 casos del mismo periodo en 2024. Aunque la administración destaca que 2025 es el tercer año con menos muertes violentas en la historia reciente, la tasa actual de 28,43 por cada 100 mil habitantes sigue siendo la más alta entre las principales capitales del país. La violencia se ha recrudecido en las últimas semanas, con fines de semana que registran hasta 15 asesinatos, concentrados principalmente en las comunas 13, 15, 18, 20 y 21. Esta escalada ha llevado a que el 97 % de los participantes en un sondeo digital considere que la ciudad está perdiendo el control frente a la violencia. En respuesta, el Concejo de Cali ha sido escenario de intensos debates. El concejal Marlon Cubillos propuso medidas drásticas como un toque de queda sectorizado en las zonas más críticas, además de retenes móviles y un mayor control en los accesos a la ciudad. “Los muertos los está poniendo la ladera de Cali, los muertos los pone el Distrito de Aguablanca”, señaló el cabildante, subrayando la urgencia de acciones firmes. Otros concejales han exigido una mayor articulación con el Gobierno Nacional y municipios vecinos para frenar el tráfico de armas y han criticado el recorte presupuestario del 20 % en seguridad. La concejal María del Carmen Londoño incluso solicitó avanzar en una moción de censura contra el secretario de Seguridad, Jairo García, por considerar insuficientes los resultados. A pesar de los operativos que han resultado en más de 5.000 capturas y la incautación de 1.000 armas de fuego en lo que va del año, la percepción de inseguridad persiste.