Esta situación ha obligado a las autoridades a implementar cierres viales preventivos y a establecer un Puesto de Mando Unificado (PMU) semanal para gestionar la crisis.
Durante las últimas semanas, las protestas estudiantiles, convocadas por inconformidades administrativas internas, han escalado en violencia.
El 2 de octubre, un grupo de encapuchados lanzó un artefacto explosivo tipo “papa bomba” contra un almacén Pepe Ganga ubicado sobre la carrera 100, causando daños materiales y pánico en la zona.
Estos hechos han provocado cierres preventivos en las calles 13 y 16 entre carreras 86 y 100, afectando gravemente la movilidad y obligando a Metrocali a desviar rutas del MIO y cerrar temporalmente las estaciones Univalle y Buitrera.
Como respuesta, la gobernadora Dilian Francisca Toro lideró una mesa técnica que acordó la instalación de un PMU semanal con la Alcaldía, Policía y Fiscalía para monitorear la situación y coordinar una reacción rápida. El secretario de Seguridad, Jairo García, afirmó que “la inteligencia policial está trabajando para individualizar a quienes han promovido estos actos vandálicos”. A pesar del despliegue de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), la comunidad y comerciantes del sector expresan su temor y cansancio ante la recurrencia de los enfrentamientos, que se suman a incidentes anteriores como la incineración de dos tractomulas en septiembre.