Quienes se negaban a pagar eran víctimas de desplazamiento forzado, sus pertenencias eran robadas y sus viviendas eran arrendadas a terceros bajo las mismas condiciones de intimidación.

Lo más alarmante del operativo fue la incautación de un arma portátil antitanque y antiblindaje tipo Rocket M72, utilizada para amedrentar a la comunidad.

Gracias a esta acción policial, se logró el esclarecimiento de un homicidio, una tentativa de homicidio, un caso de desplazamiento forzado y al menos siete denuncias formales por extorsión. Los detenidos, que ya contaban con antecedentes judiciales, fueron puestos a disposición de la Fiscalía y un juez dictó medida de aseguramiento intramural en su contra.