Las autoridades manejan varias hipótesis sobre el móvil del ataque.
La principal apunta a represalias por los recientes traslados de reclusos y cambios en los patios de la cárcel de Villahermosa, medidas que habrían generado tensiones. Esta situación se enmarca en un contexto de amenazas previas que obligaron al traslado de la directora de dicha cárcel, María Lorena Serrano Aguilar. Otra línea de investigación vincula el atentado con la disputa territorial entre las bandas de alias “Chinga Pipe” y “Dimax”, ambos recluidos, la cual ha intensificado la violencia en Cali en las últimas semanas.
Ante este panorama, el alcalde Alejandro Eder expresó su preocupación y reiteró su llamado al Gobierno Nacional para fortalecer la seguridad.
“La amenaza del terrorismo, desafortunadamente, no ha pasado.
Yo reitero mis llamados al Gobierno Nacional y al presidente Petro a que le devuelva los recursos al Ministerio de Defensa, la Policía y las Fuerzas Militares”, afirmó el mandatario.