La violencia en Cali registró un nuevo episodio crítico con el asesinato de tres hombres en el corregimiento de La Buitrera, al sur de la ciudad. Este hecho, catalogado por Indepaz como la masacre número 59 del año en Colombia, ha generado una respuesta inmediata de las autoridades, quienes ofrecen una recompensa para dar con los responsables. El ataque ocurrió cuando las víctimas, identificadas como Brandon Asdrúbal Castrillón Medina, Daniel Esteban Freire Martínez y un tercer hombre aún no identificado, se encontraban dentro de una camioneta en la vía que conduce al Club Campestre.
Según versiones preliminares, fueron atacados a disparos por desconocidos que se movilizaban en motocicletas.
Dos de ellos murieron en el lugar, mientras que el tercero falleció al ser trasladado a un centro asistencial. Este crimen se enmarca en un contexto de violencia que afecta a la capital del Valle, donde en las horas previas se registraron otros cinco homicidios en diferentes barrios. La Defensoría del Pueblo ya había emitido la Alerta Temprana 012 de 2025, advirtiendo sobre un “conflicto híbrido” en Cali, con la presencia de grupos como el ELN y el Clan del Golfo que se disputan el control territorial. Como respuesta, las autoridades ofrecieron una recompensa de más de 50 millones de pesos y reforzaron los operativos en la ciudad para acelerar la judicialización de los responsables.
En resumenLa masacre en La Buitrera subraya los persistentes desafíos de seguridad en la zona rural de Cali, donde la presencia y disputa de grupos armados ilegales continúan generando violencia extrema. La respuesta de las autoridades, aunque rápida, enfrenta la compleja tarea de desarticular estas estructuras y garantizar la protección de la población civil en territorios vulnerables.