Un estudio del Observatorio para la Equidad de las Mujeres (OEM) reveló una preocupante tendencia de inseguridad para las mujeres en Cali, donde cerca de 5.000 de ellas denunciaron haber sido víctimas de hurto en los primeros ocho meses de 2025. Esta cifra corresponde al 43 % del total de robos reportados en la ciudad durante ese período, lo que evidencia un aumento en el porcentaje de mujeres afectadas en comparación con el año anterior, a pesar de una disminución en el número general de hurtos. El informe, basado en datos de la Policía Nacional, detalla que la mayoría de los robos se cometieron sin el uso de armas. Sin embargo, se registraron más de 1.100 casos con armas de fuego y al menos 18 con escopolamina.
La investigadora Natalia Escobar, del OEM, señaló que esta situación impacta directamente la libertad de movilidad y el bienestar emocional de las mujeres, quienes se ven obligadas a diseñar estrategias cotidianas para reducir riesgos, como evitar ciertas rutas, cambiar horarios o limitar sus salidas, lo que a su vez incrementa sus gastos en transporte. El estudio también destaca que las mujeres de sectores con menos recursos son las más vulnerables, al tener menos alternativas de transporte seguro. Además, Lina Buchely, directora del Observatorio, explicó que existe un subregistro, ya que las mujeres tienden a denunciar menos por desconfianza institucional o falta de tiempo. Los expertos insisten en la necesidad de políticas públicas con perspectiva de género que ofrezcan soluciones diferenciadas para proteger el derecho de las mujeres a transitar por el espacio público sin miedo.
En resumenEl aumento de hurtos a mujeres en Cali no es solo una cifra de seguridad, sino un fenómeno social que restringe su autonomía y bienestar. Los datos del OEM subrayan la urgencia de abordar la inseguridad urbana con un enfoque de género, reconociendo que las mujeres experimentan la ciudad de manera diferente y requieren medidas de protección específicas para garantizar su derecho a un espacio público seguro.