El ataque ocurrió en la vía que conduce a La Buitrera, cerca del Club Campestre.
Las víctimas fueron identificadas como Brandon Asdrúbal Castrillón Medina, Daniel Esteban Freire Martínez y un tercer hombre aún no identificado.
Dos de ellos fallecieron en el lugar, mientras que el tercero murió al ser trasladado a un centro asistencial. Este suceso fue catalogado por Indepaz como la masacre número 59 ocurrida en Colombia durante 2025 y se enmarca en una jornada violenta que dejó al menos ocho homicidios en la ciudad. En respuesta, la Policía Metropolitana ha desplegado operativos especiales y ofreció una recompensa de más de 50 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables. El secretario de Seguridad, Jairo García, anunció una intensificación de la presencia de la fuerza pública en las zonas más afectadas.
Este hecho violento no es un caso aislado.
La Defensoría del Pueblo ya había emitido en abril la Alerta Temprana 012 de 2025, advirtiendo sobre un “conflicto híbrido” en Cali, donde la presencia de grupos como el ELN, el Clan del Golfo y bandas locales expone a la población civil a homicidios, extorsiones y control territorial. La investigación preliminar sobre la masacre apunta a un posible ajuste de cuentas entre estructuras criminales, una de las principales hipótesis manejadas por la Fiscalía y el CTI.