La Alcaldía de Cali ha institucionalizado el ‘Día de la Movilidad Activa’, estableciendo mediante decreto dos jornadas anuales sin carro y sin moto hasta 2027. La próxima jornada se llevará a cabo el 22 de septiembre de 2025, con el objetivo de fomentar el transporte sostenible y reducir la contaminación en la ciudad. Esta medida, que restringe la circulación de vehículos particulares y motocicletas entre las 6:00 a.m. y las 7:00 p.m., busca generar un cambio cultural en los hábitos de desplazamiento de los caleños. La iniciativa pretende reducir la dependencia del vehículo particular e incentivar el uso de alternativas como el sistema de transporte masivo MIO, los taxis, las bicicletas y la caminata. A partir de 2026, las fechas quedarán fijas para el 22 de abril (Día de la Tierra) y el 22 de septiembre (Día Mundial sin Automóvil), alineando a Cali con conmemoraciones globales de sostenibilidad. Carlos Santacoloma, subsecretario de Movilidad Sostenible, justificó la medida afirmando: “Esto no es algo que lo hayamos inventado para que los ciudadanos no se puedan mover. Esto viene de acuerdo con las políticas, nacionales e internacionales, para fomentar la movilidad activa”. El borrador del decreto contempla exenciones para vehículos de emergencia, transporte público, eléctricos e híbridos, y aquellos que transportan a personas con movilidad reducida.
Quienes incumplan la norma enfrentarán una sanción correspondiente a 15 salarios mínimos diarios legales vigentes y la inmovilización del vehículo, aunque se ofrecerán descuentos por la realización de cursos pedagógicos.
La Administración Distrital busca con estas jornadas no solo darle un respiro al medio ambiente, sino también promover estilos de vida más saludables y una ciudad más limpia y con menos ruido.
En resumenAl institucionalizar el ‘Día de la Movilidad Activa’, Cali establece un compromiso a largo plazo con la sostenibilidad urbana. La medida busca transformar progresivamente la cultura de movilidad de la ciudad, promoviendo alternativas de transporte más limpias y contribuyendo a un entorno más saludable, aunque implica un desafío de adaptación para los ciudadanos dos veces al año.