Entre agosto y septiembre, Cali experimenta una "primavera" tropical que cautiva a ciudadanos y visitantes.

Según el censo del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), la ciudad alberga más de 10.000 guayacanes rosados, 2.400 amarillos y ocho ejemplares blancos, siendo las comunas 2 y 17 las que concentran la mayor cantidad. El ingeniero Samir Castillo del Dagma explicó que estas especies son caducifolias, lo que significa que pierden sus hojas en la temporada seca para luego florecer masivamente justo antes de la llegada de las lluvias. Este evento natural no solo embellece la ciudad, sino que también tiene un impacto positivo en el bienestar emocional de los habitantes.

“Venimos de días grises, de días muy violentos y la naturaleza nos está hablando”, señaló Castillo.

Además de su valor estético, los guayacanes ofrecen importantes beneficios ambientales.

Narciso Rodríguez, ingeniero forestal de la CVC, destacó que estos árboles ayudan a mitigar el calor urbano, capturan dióxido de carbono y sirven de refugio para la fauna local, como aves y polinizadores. Sin embargo, expertos como Gabriela Torres del Dagma advierten que el cambio climático está alterando los ciclos de floración, lo que representa un riesgo para este equilibrio ecológico. Las autoridades ambientales hacen un llamado a la ciudadanía para proteger estas especies y a consultar con el Dagma antes de sembrar nuevos árboles, para asegurar que sean adecuados para el entorno urbano.