Al llegar al lugar, fueron recibidos con disparos de fusil, lo que desató un enfrentamiento. El saldo fue de cuatro personas heridas, entre ellas un policía, mientras que uno de los atacantes fue abatido y otro capturado.

Las autoridades investigan si la llamada al 123 fue una emboscada para atraer a la patrulla.

Pocos días antes, en el barrio Unión de Vivienda Popular, dos hombres en motocicleta lanzaron una granada contra una casa de tres pisos donde se celebraba un cumpleaños, dejando tres personas heridas. Las primeras versiones policiales sugieren que podría tratarse de una retaliación dirigida contra una persona que se encontraba en la fiesta y que había salido recientemente de la cárcel. El alcalde encargado, Fernando Grillo, y el comandante de la Policía Metropolitana coordinaron las investigaciones, descartando inicialmente que se tratara de un ataque contra la Fuerza Pública en general. Ambos eventos subrayan la complejidad del panorama de seguridad en la zona, con la presencia de armas de alto calibre y la persistencia de disputas entre estructuras criminales.