Las mipymes, que constituyen el 98 % del tejido empresarial de Cali, serían las principales beneficiarias. El proyecto plantea dos modalidades de exoneración: para las nuevas empresas que se registren en la Cámara de Comercio, el beneficio sería total en los dos primeros años y luego se aplicarán descuentos graduales condicionados a la generación y mantenimiento de empleos formales. Para las empresas ya existentes que logren expandirse, los descuentos se aplicarían sobre el incremento de sus ingresos por ventas. Según Giraldo, el objetivo es que los negocios “cuenten con un entorno más favorable para sostenerse y formalizarse”. La iniciativa ya cuenta con el respaldo del alcalde Alejandro Eder y se encuentra en discusión en el Concejo Distrital, donde se definirán los mecanismos de control para asegurar que los incentivos se otorguen de manera transparente y cumplan su objetivo de impactar positivamente en la economía local.