Ante esto, las autoridades ambientales hacen un llamado a la ciudadanía para proteger estas especies y adoptar prácticas sostenibles.

¿Desea recibir notificaciones?
Entre agosto y septiembre, Cali se transforma en un espectáculo de colores gracias a la floración masiva de más de 17.000 guayacanes, un fenómeno natural que cautiva a ciudadanos y turistas. Este evento anual no solo embellece el paisaje urbano, sino que también subraya la riqueza arbórea de la ciudad y plantea reflexiones sobre el impacto del cambio climático. Según el censo del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (DAGMA), Cali cuenta con más de 10.000 guayacanes rosados y 2.400 amarillos, entre otras especies como gualandayes y lluvia de oro. El ingeniero Samir Castillo, del DAGMA, explicó que estos árboles caducifolios pierden sus hojas durante la temporada seca y florecen masivamente justo antes de la llegada de las lluvias. “Las flores anuncian la llegada de las lluvias”, señaló, destacando que este ciclo es vital para el ecosistema urbano. Además de su valor estético, que según expertos contribuye al bienestar emocional de los habitantes, los guayacanes ofrecen importantes beneficios ambientales: mitigan el calor, capturan CO₂ y son refugio para la fauna, atrayendo a polinizadores como abejas, mariposas y aves, esenciales para la biodiversidad. Sin embargo, especialistas como Gabriela Torres, del grupo de Conservación de Ecosistemas del Dagma, advierten que el cambio climático está alterando los ciclos de temperatura y precipitación, lo que podría afectar la regularidad e intensidad de la floración.
Ante esto, las autoridades ambientales hacen un llamado a la ciudadanía para proteger estas especies y adoptar prácticas sostenibles.