Las estadísticas de seguridad presentan un panorama complejo.

Durante agosto de 2025 se registraron 81 homicidios, una disminución del 10% en comparación con los 90 casos del mismo mes en 2024. Sin embargo, el balance general del año es negativo: entre enero y agosto se contabilizaron 651 muertes violentas, superando los casos del mismo periodo del año anterior.

Esta tendencia al alza es un desafío para la administración de Alejandro Eder, que busca evitar que la cifra anual supere los 1.000 casos, como ocurrió en 2023. La percepción ciudadana, capturada en la encuesta “Cali Va”, confirma este temor: el 66,5% de los consultados señaló la inseguridad como el principal problema de Cali, una preocupación que se manifiesta en frases como “uno sale y no sabe si va a regresar con el celular o vivo”. Aunque hay noticias positivas en la reducción de otros delitos como el hurto a personas (-24%) y a residencias (-31%), el hurto de motocicletas ha aumentado un 12%, con 2.230 casos reportados, lo que representa un reto adicional para las autoridades. Hechos de alto impacto, como el asesinato de la patinadora Natalia Trujillo durante un intento de robo, refuerzan la sensación de vulnerabilidad y la urgencia de medidas más efectivas.