“Vinimos a darle a algunos emprendedores lo urgente que necesitaban para volver a arrancar y producir”, afirmó la mandataria. Paralelamente, la Alcaldía de Cali ha enfocado sus esfuerzos en la recuperación de la zona, anunciando la reapertura gradual de la carrera 8ª y organizando la feria de servicios ‘Mi Cali Bella’ para promover las compras en los locales que han reabierto. Sin embargo, los comerciantes reportan que el flujo de clientes sigue siendo mínimo y las ventas se han desplomado, lo que los ha llevado a ofrecer promociones para sostenerse. Para brindar un alivio más estructural, concejales como Ana Erazo y Carlos Arias propusieron exonerar del pago de impuestos como el predial y el ICA a los damnificados, una medida que el director de Hacienda, Jhon Quinchua, ya se encuentra evaluando técnicamente. El Comité Intergremial del Valle también se sumó a las ayudas con una campaña solidaria (Vaki) para recolectar fondos, demostrando un esfuerzo articulado para mitigar el profundo impacto económico y social del ataque.