
Escalada de violencia e inseguridad azota a Cali
Cali enfrenta una grave escalada de violencia, marcada por atentados terroristas y ataques sicariales con armamento de alto poder, que ha sembrado zozobra en la ciudadanía y ha posicionado la seguridad como la principal preocupación de los caleños. La capital del Valle ha sido escenario de una serie de eventos violentos que evidencian la complejidad del panorama de seguridad. El 21 de agosto, un camión cargado con explosivos detonó en una zona comercial cerca de la base aérea Marco Fidel Suárez, en un acto atribuido a la disidencia “Jaime Martínez” de las FARC, que dejó un saldo de siete muertos y más de 80 heridos. Este hecho fue calificado por el Ministerio de Defensa como un “crimen de lesa humanidad”. Días después, el 28 de agosto, el barrio El Vallado fue testigo de un ataque de sicarios que, utilizando fusiles de largo alcance, dispararon contra una camioneta blindada en plena vía pública, causando la muerte de una persona y dejando ocho heridos. Estos ataques se suman a un preocupante aumento en las cifras de homicidios, que según el Observatorio de Seguridad y Justicia, llegaron a 650 hasta el 28 de agosto de 2025, superando los registros del año anterior. La percepción de inseguridad es abrumadora: una encuesta reciente reveló que el 66,5 % de los caleños la considera el principal problema de la ciudad. Como respuesta, las autoridades han desplegado la “Operación Sultana” y el “Plan Cazador” para reforzar los controles. A la par, han surgido iniciativas como la propuesta en el Concejo de exonerar de impuestos a los damnificados del atentado, buscando mitigar el profundo impacto económico y social en las comunidades afectadas.



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