Este sentimiento pesimista ha sido una constante durante el año. El mismo estudio revela que la aprobación del alcalde Eder se sitúa en un 37,5%, mientras que su desaprobación alcanza el 44,6%, consolidando una tendencia negativa que comenzó a principios de año, cuando su aprobación era del 46%. El principal motor de este descontento es la inseguridad, identificada como el problema más grave por el 66,5% de los encuestados. La percepción de ineficacia para resolver los problemas de orden público parece ser el factor clave en el desgaste de la imagen del mandatario. Este panorama se complementa con la encuesta “ValleVa”, que muestra una alta desaprobación a la gestión del presidente Gustavo Petro en Cali, con un 52,8%. Los datos sugieren una ciudadanía crítica y exigente, que no percibe mejoras tangibles en su vida cotidiana y castiga en las encuestas tanto a la administración local como a la nacional por la falta de resultados en seguridad.