Tanto Eder como Toro confirmaron públicamente la existencia de las amenazas y manifestaron su firmeza para continuar con sus labores.

El alcalde Eder declaró: “A mí no me intimidan, caleños.

Estoy firme para trabajar por nuestra ciudad”.

Por su parte, la gobernadora Toro agradeció a los organismos de inteligencia y reafirmó que “la seguridad de los vallecaucanos es mi prioridad”. La Fiscalía General de la Nación abrió una noticia criminal para investigar los hechos, mientras que diversas entidades como el Comité Intergremial y Empresarial del Valle (CIEV), la Asociación Colombiana de Ciudades Capitales (Asocapitales) y el Procurador General de la Nación condenaron los planes, calificándolos como un atentado contra la democracia y la institucionalidad. Este episodio subraya la escalada del conflicto en la región y la confrontación directa de los grupos ilegales contra las autoridades civiles.