El sondeo, realizado entre el 9 y el 19 de agosto de 2025, muestra que el 52,6% de los encuestados considera que las cosas en Cali empeoran, frente a un 38,5% que cree que mejoran.

Esta percepción negativa, aunque con una leve mejoría respecto a mayo (56,8%), sigue siendo predominante.

La aprobación de la gestión del alcalde Eder ha sufrido una caída sostenida durante el año: en febrero contaba con un 46% de aprobación y 42% de desaprobación, pero en agosto las cifras se invirtieron a un 37,5% de aprobación y un 44,6% de desaprobación. Este desgaste está directamente ligado a la percepción de inseguridad, señalada como el principal problema de la ciudad por el 66,5% de los participantes. El estudio también revela una desconexión del mandatario con los estratos populares y medios, manteniendo un respaldo sólido principalmente en los sectores de mayores ingresos. Un dato alarmante para la administración es que, si las elecciones fueran hoy, solo un 29% de los encuestados volvería a votar por Eder, mientras que un contundente 60,1% no lo haría. Este panorama refleja un electorado crítico que no percibe cambios significativos en aspectos esenciales como la seguridad y la movilidad.