Inmediatamente después de la explosión, la comunidad retuvo a dos sospechosos, identificados como Walter Esteban Yonda Ipía, alias 'Sebastián', y Carlos Steven Obando Aguirre, quienes intentaban huir y fueron capturados en flagrancia.

La Fiscalía les imputó cargos por delitos como homicidio agravado, terrorismo y concierto para delinquir.

Un segundo camión con explosivos no detonó, evitando una tragedia mayor.

El alcalde Alejandro Eder rechazó el acto, afirmando que los terroristas "nos quieren llevar al narcoterrorismo que habíamos superado en los años 80 ¡No lo podemos permitir!

".