Tras conocerse la amenaza, ambos mandatarios manifestaron su firmeza.

El alcalde Eder declaró: “A mí no me intimidan, caleños.

Estoy firme para trabajar por nuestra ciudad”.

Por su parte, la gobernadora Toro agradeció la protección de la fuerza pública y reafirmó que “la seguridad de los vallecaucanos es mi prioridad”. La noticia provocó una ola de respaldo institucional. El Comité Intergremial y Empresarial del Valle (CIEV) rechazó categóricamente las amenazas, calificándolas como “un grave atentado contra la democracia, la institucionalidad y el ejercicio legítimo de la autoridad civil”. De igual forma, la Asociación Colombiana de Ciudades Capitales (Asocapitales) emitió un comunicado de apoyo, afirmando: “No vamos a ceder ante el terror”.

El Procurador General, Gregorio Eljach, también condenó los planes, instando a “cerrar filas contra quienes buscan fragmentar el tejido social”.