La Defensoría del Pueblo ha manifestado su profunda preocupación por el grave deterioro de la seguridad en Cali y el suroccidente del país, anunciando que evalúa actualizar la alerta temprana emitida en 2022 para la ciudad. La entidad advierte sobre una evolución negativa de la violencia que pone en riesgo a la población civil y a las autoridades. La defensora del Pueblo, Iris Marín, confirmó que la entidad está estudiando la posibilidad de emitir una nueva alerta que actualice el escenario de riesgo de la Alerta Temprana 01 de 2022. “Realmente la dinámica ha cambiado, ha evolucionado de una manera negativa y necesitamos compartir nuevas recomendaciones para fortalecer la respuesta institucional”, declaró Marín. La defensora subrayó que la violencia ha mostrado una “evolución importante, seria y grave” no solo en Cali, sino en toda la subregión del suroccidente colombiano.
Esta preocupación es compartida por el sector privado.
María Isabel Ulloa, directora ejecutiva de ProPacífico, afirmó que “la seguridad se ha deteriorado y necesitamos un trabajo articulado” entre el Gobierno Nacional, las Fuerzas Militares y los mandatarios locales. Ulloa enfatizó que la inseguridad afecta a todo el suroccidente y que las soluciones deben ser integrales y no limitarse a medidas temporales. La evaluación de la Defensoría y los llamados del sector privado enmarcan el reciente atentado en Cali no como un hecho aislado, sino como la manifestación más visible de una crisis de seguridad regional que requiere atención urgente y coordinada.
En resumenLa posible actualización de la alerta temprana por parte de la Defensoría del Pueblo formaliza la percepción de una crisis de seguridad agravada en Cali y el suroccidente, instando a una respuesta institucional más robusta para proteger a las comunidades vulnerables.