Por su parte, el alcalde Eder declaró con firmeza: “A mí no me intimidan, caleños.

Estoy firme para trabajar por nuestra ciudad”.

La amenaza, según Eder, proviene del mismo grupo responsable del atentado con carro bomba.

La noticia provocó una reacción inmediata de rechazo y solidaridad. El Comité Intergremial y Empresarial del Valle del Cauca (CIEV) calificó los hechos como “un grave atentado contra la democracia, la institucionalidad y el ejercicio legítimo de la autoridad civil”. De igual forma, la Asociación Colombiana de Ciudades Capitales (Asocapitales) expresó su respaldo, declarando: “No vamos a ceder ante el terror”. Como respuesta, desde Bogotá se ordenó un reajuste y fortalecimiento de los esquemas de protección de ambos líderes regionales.