El deslizamiento, ocurrido el 31 de octubre, dejó grietas de hasta 15 metros y comprometió 360 hectáreas, interrumpiendo el corredor entre Landázuri y Vélez.
Ante la parálisis, los agricultores locales, que reportan pérdidas significativas en sus cosechas de mora y café, decidieron usar recursos propios para abrir un trazado provisional. La SSI, con sede en Bucaramanga, envió una carta formal a la ministra de Transporte y al director de Invías, advirtiendo que esta y otras afectaciones en la Ruta 45A mantienen a Santander “desconectado del resto del país”. Por su parte, Invías informó que está realizando estudios técnicos para definir la solución más viable, que podría incluir el uso de corredores secundarios o el diseño de un nuevo trazado. La emergencia subraya la vulnerabilidad de la infraestructura vial del departamento y la necesidad de soluciones tanto inmediatas como a largo plazo.








