El Acueducto Metropolitano de Bucaramanga se ha visto obligado a iniciar la devolución de los dineros cobrados a miles de usuarios por el cambio obligatorio de medidores de agua. Esta medida surge como resultado de una serie de denuncias y acciones legales que evidenciaron irregularidades significativas en el procedimiento de reemplazo. El concejal Carlos Parra lideró las denuncias, revelando que la empresa adquirió 150.000 medidores y comenzó su instalación masiva basándose en algoritmos que determinaban una supuesta obsolescencia, pero sin realizar una revisión técnica individualizada en laboratorios, lo cual, según el concejal, “constituye una violación al debido proceso y un negocio irregular”.
Muchos usuarios pagaron entre 300.000 pesos y sumas superiores por equipos que no necesitaban ser cambiados.
Además, se reportaron graves deficiencias en las notificaciones, impidiendo que los ciudadanos ejercieran sus derechos de defensa a tiempo.
Se documentó también que algunos medidores recién instalados presentaron fallas, fueron reparados y posteriormente entregados a otros usuarios, pero facturados como si fueran nuevos.
Ante el volumen de quejas, que superó las 2.000, el equipo del concejal implementó un sistema en su página web para generar reclamaciones automatizadas.
Cientos de estas reclamaciones ya han sido aceptadas por la empresa, y los usuarios han comenzado a recibir los reembolsos.
Las acciones legales continuarán con denuncias ante la Procuraduría y la Superintendencia de Servicios Públicos para evitar que estas prácticas se repitan.
En resumenTras acciones legales que expusieron un proceso de cambio de medidores masivo e irregular, el Acueducto de Bucaramanga ha comenzado a reembolsar a los usuarios afectados, mientras se anuncian nuevas denuncias ante los entes de control para sancionar las fallas.