Las denuncias, lideradas por concejales, han obligado a la Alcaldía a iniciar investigaciones formales para esclarecer los hechos.
La polémica se desató cuando los concejales Camilo Machado y Carlos Parra divulgaron videos y chats que supuestamente evidencian fallas en los protocolos de cuarentena y manipulación de actas, involucrando a dos perros llamados Taz y Hermes. Machado afirmó que las deficiencias, como hacinamiento y falta de agua, persisten a pesar de alertas previas y denunció que se impidieron inspecciones de veedurías ciudadanas. Como respuesta, el alcalde designado, Javier Sarmiento, anunció tres acciones concretas: una denuncia formal ante el Tribunal de Ética Veterinaria contra los profesionales implicados, la creación de mesas de trabajo para actualizar los protocolos y una convocatoria pública para contratar personal idóneo. Mientras tanto, el Concejo de Bucaramanga se prepara para debatir este sábado la moción de censura contra la secretaria Amaya, una iniciativa que requiere el apoyo de al menos diez concejales para prosperar y que podría resultar en una recomendación para su destitución.
La Secretaria ha rechazado las acusaciones en redes sociales, pero los denunciantes exigen acciones correctivas y transparencia.







