En estos espacios, psicólogos y trabajadores sociales ofrecerán orientación, acompañamiento y activarán rutas de atención para casos que requieran intervención especializada.

Según Marisol Pinzón Sierra, secretaria de Desarrollo Social, el objetivo es que “el apoyo psicológico no sea un privilegio, sino una oportunidad para todos”. La estrategia prioriza la prevención del suicidio, el manejo de la ansiedad, y la atención a problemáticas como el bullying, la depresión y el consumo de sustancias psicoactivas. En su fase piloto durante 2024, implementada en municipios como Cimitarra y Barrancabermeja, el programa atendió a más de 3.000 personas. Para 2025, la meta es beneficiar a más de 4.500 personas en los nuevos territorios programados, incluyendo Landázuri, Sabana de Torres y El Socorro. La primera dama de Santander, Victoria Casallas, subrayó la importancia de la iniciativa, afirmando que “la salud mental es un problema de salud pública en este momento; por eso se le está apuntando con la estrategia a llegar a cada uno de los municipios”.