Este convenio pone fin a una tensa situación financiera generada por una deuda que superaba los 12.800 millones de pesos. El acuerdo establece un cronograma de abonos que la EPS se comprometió a cumplir, resultado de gestiones entre la agente especial interventora del hospital y los directivos de la entidad promotora de salud. Esta medida es crucial para la estabilidad financiera del centro médico, que atiende a más de 7.000 usuarios en Santander y a pacientes de regiones vecinas como Norte de Santander, Cesar y el Magdalena Medio. En las últimas semanas, la crisis había escalado, llevando a la suspensión parcial de servicios y a retrasos en el pago de salarios al personal, lo que motivó protestas por parte de trabajadores, usuarios y sus familiares. La Alianza por la Salud Mental había advertido sobre el grave riesgo que corría la continuidad de los tratamientos de más de 8.000 pacientes. La situación también estaba influenciada por una medida cautelar de la Superintendencia de Salud sobre los giros a la Nueva EPS, que condiciona el flujo de recursos y obliga a la aseguradora a establecer garantías de pago. La dirección del hospital agradeció la disposición de la Nueva EPS y señaló que el cumplimiento estricto del cronograma de pagos será determinante para la recuperación operativa total del hospital y la protección de los derechos de los usuarios.