Otro caso preocupante es la autovía Bucaramanga-Pamplona, cuya concesión fue fallida y ahora depende de Invías para que, al menos, se terminen los terceros carriles y se mitigue la congestión.

Este lento progreso contrasta con el tramo Pamplona-Cúcuta, que fue completado exitosamente.

El impacto económico de esta crisis vial es tangible. Ricardo Rueda, presidente de la junta directiva de Fenavi Santander, advirtió que el mal estado de las vías pone en riesgo la cadena de distribución del huevo, un producto insignia de la región. “El huevo es un producto muy frágil, y tener que moverlo por vías en mal estado nos genera pérdidas e incomodidades.

Estamos perdiendo competitividad frente a otras regiones del país”, afirmó Rueda.

La falta de inclusión de Santander en el Conpes de infraestructura nacional agrava la situación, dejando a la región en una posición vulnerable.