Los manifestantes exigen al Gobierno Nacional una inversión urgente en la infraestructura vial. La principal queja se centra en el deterioro de la Ruta 45A, conocida como la vía de Los Comuneros, que comunica a Bucaramanga con Zipaquirá y Bogotá. Según Ramiro Anaya, representante de la Asociación Económica de Transportadores de Carga Liviana, la recaudación de peajes durante más de veinte años no se ha traducido en obras de mantenimiento o mejora. El ingeniero Carlos Pieschacón, veedor de la Cámara de Comercio, corroboró esta denuncia, calificando la vía como "terrible" y "muy destrozada", y afirmó que "a esa vía no le están metiendo los recursos que necesita y es una vía que comunica Bucaramanga con la capital de la República". Como forma de protesta, los transportadores han levantado las talanqueras de los peajes, permitiendo el paso libre de vehículos de manera indefinida hasta obtener respuestas concretas. Ante la situación, el Gobierno Departamental instaló un Puesto de Mando Unificado (PMU) y convocó a mesas de diálogo para mediar y buscar una reunión con representantes de los ministerios de Transporte y Hacienda.