Sin embargo, al llegar al Parque García Rovira, la situación se tornó tensa.

Un grupo de encapuchados vandalizó la fachada de la Alcaldía de Bucaramanga, realizó grafitis en infraestructura pública y privada, y derribó algunas de las vallas que rodean el edificio administrativo. Estos actos provocaron la intervención del grupo especial antidisturbios de la Policía Nacional y de los gestores de convivencia de la Alcaldía, quienes tuvieron que controlar la situación para restablecer el orden público en la zona.