Utilizando modalidades como la suplantación de mensajeros y el acceso a edificios residenciales, grupos delictivos han logrado sustraer botines millonarios, generando preocupación entre los habitantes. El caso más reciente ocurrió en el barrio Provenza, cuando cuatro delincuentes, incluyendo una mujer, se hicieron pasar por empleados de una empresa de encomiendas para ingresar a la vivienda de un comerciante. Una vez dentro, intimidaron con un revólver, amarraron y amordazaron a la empleada de servicio y a otros miembros de la familia.
Aunque no encontraron efectivo, se llevaron un computador portátil Apple avaluado en $14 millones y otros objetos.
Este hecho se suma a otro asalto ocurrido esa misma semana en el barrio La Floresta. En esa ocasión, dos hombres ingresaron al edificio Campanario, amordazaron a tres personas en el apartamento 402 y se llevaron un botín estimado en más de $20 millones, que incluía un iPhone 15, otros celulares de alta gama, una cadena de oro de ocho millones de pesos y dinero en efectivo. Carlos Andrés López, familiar de una de las víctimas, expresó su preocupación por la facilidad con que los delincuentes accedieron al conjunto: “Entraron como si tuvieran autorización, tenían el control de acceso”. Los residentes de La Floresta denunciaron fallas en algunos sistemas de vigilancia y recordaron un robo similar ocurrido en junio, exigiendo mayor presencia policial. La Policía Metropolitana de Bucaramanga informó que el Grupo Contra Atracos de la Sijín está investigando ambos casos, analizando huellas y videos de cámaras de seguridad para identificar a las bandas responsables.