En un esfuerzo por superar la prolongada crisis del sistema de transporte masivo, Metrolínea firmó un convenio para alquilar una flota de doce buses a gas que comenzarán a operar en octubre. Esta medida temporal busca reactivar el servicio, inicialmente cubriendo una ruta estratégica desde el norte de Bucaramanga hasta la estación del puente de Provenza. El contrato fue suscrito con la empresa antioqueña Medellín Castilla S.A., y estipula la llegada de los primeros seis vehículos durante la primera semana de octubre para iniciar operaciones la semana siguiente. La administración local de Bucaramanga aportó los recursos económicos para asegurar esta fase inicial, que se centrará exclusivamente en la ciudad. La firma del convenio se produjo en un momento de transición política, ya que el exalcalde Jaime Andrés Beltrán no alcanzó a oficializar el anuncio antes de que el Consejo de Estado notificara el fallo que anuló su elección, trasladando la responsabilidad a la nueva administración interina y a la dirección de Metrolínea. La crisis del sistema ha sido tan profunda que, según se menciona, obligó a suspender el ‘Día sin Carro y Moto’ en 2025.
La nueva flota funcionará con gas, un combustible que reduce las emisiones contaminantes en comparación con los tradicionales.
La empresa antioqueña prestará el servicio en modalidad de alquiler temporal, una solución provisional mientras se definen contratos a largo plazo para la operación y el mantenimiento del sistema. Las autoridades locales han convocado a los usuarios para socializar los detalles de la nueva operación, incluyendo frecuencias, paradas y tarifas, con el fin de garantizar una transición ordenada.
En resumenPara hacer frente a su grave crisis operativa, Metrolínea ha contratado el alquiler de una flota temporal de buses a gas que empezará a funcionar en octubre, restableciendo parcialmente el servicio de transporte masivo en una ruta clave de Bucaramanga como solución de emergencia.