Los buses, con capacidad para 80 pasajeros, están equipados con puertas para estaciones y paraderos convencionales, rampa para personas con movilidad reducida, Wi-Fi y videovigilancia.

Según Emiro José Castro, gerente de Metrolínea, operarán en el corredor troncal desde la estación del Norte hasta Provenza. Sin embargo, el proceso ha sido cuestionado por la ausencia de una licitación pública, lo que ha llevado a denuncias de contratación directa. El director del Área Metropolitana de Bucaramanga, John Manuel Delgado Nivia, defendió la modalidad de arrendamiento aludiendo a “criterios técnicos y de oportunidad”.

Por su parte, Metrolínea argumentó que su naturaleza de Empresa Industrial y Comercial del Estado le permite regirse por el derecho privado y su manual interno.

Esta solución provisional se implementa mientras el Gobierno Nacional financia un estudio con el Metro de Medellín para definir alternativas de transporte a largo plazo, en un contexto donde Metrolínea enfrenta deudas que superan los $600.000 millones y una infraestructura deteriorada.