
El Área Metropolitana de Bucaramanga se consolida como modelo de gestión y planificación regional
El Área Metropolitana de Bucaramanga (AMB), integrada por los municipios de Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta, se destaca como un esquema asociativo fundamental para la planificación y gestión de desafíos comunes en la región. Su rol ha sido crucial en la implementación de políticas coordinadas, especialmente en materia de movilidad, uno de los temas más apremiantes para sus habitantes. Creada en 1981, la AMB es una de las áreas metropolitanas más antiguas de Colombia y su experiencia sirve de modelo para otras regiones del país. El alcalde de Girón, Campo Elías Ramírez, ha resaltado la importancia de esta unión, afirmando que “cuando se unen los municipios con este tipo de esquemas asociativos, y con un criterio de proyección social, es muy beneficioso”. Uno de los ejemplos más claros de su función coordinadora es la reciente unificación de la medida de pico y placa en los cuatro municipios, una decisión que busca ordenar el tránsito y reducir la congestión en los corredores viales compartidos. Sin embargo, el funcionamiento del AMB no está exento de desafíos. La comunidad y los conductores de la zona han expresado su preocupación por el estancamiento de proyectos viales clave, como la variante entre Piedecuesta y Floridablanca y el corredor entre Piedecuesta y Girón, que son vitales para descongestionar la autopista y el anillo vial. La falta de alternativas viales obliga al transporte de carga pesada a circular por rutas urbanas, incrementando el riesgo de accidentes y las pérdidas económicas por demoras. A pesar de estos retos, el AMB sigue siendo la principal instancia para articular soluciones a problemas que trascienden las fronteras municipales, como el transporte público, la planificación del territorio y la gestión ambiental.



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