
Crisis de gobernabilidad en Bucaramanga por anulación de elección del alcalde
Bucaramanga enfrenta una profunda crisis de gobernabilidad tras la anulación de la elección de Jaime Andrés Beltrán como alcalde por parte del Consejo de Estado. La decisión judicial ha desencadenado un reacomodo político y la designación de un mandatario encargado mientras la ciudad se prepara para elecciones atípicas. El fallo de la Sección Quinta del Consejo de Estado, que ratificó en segunda instancia la nulidad electoral, se fundamentó en la violación del régimen de doble militancia. Según el alto tribunal, Beltrán, avalado por la coalición de los partidos Colombia Justa Libres, Salvación Nacional y el Partido de la U, apoyó públicamente a candidatos de otras colectividades durante la campaña. Esta decisión, sin precedentes en la historia reciente de la ciudad, dejó un vacío de poder que obligó a una rápida transición administrativa. Ante la notificación oficial, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, designó como alcalde encargado a Eduard Jesús Sánchez Ariza, quien se desempeñaba como jefe de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres de Santander. El gobernador Díaz Mateus justificó la elección de Sánchez por su perfil técnico y su capacidad para “trabajar 24/7 por la seguridad y los proyectos de la ciudad”, asegurando la continuidad y la articulación entre la gobernación y la alcaldía. El proceso ahora exige que los partidos que avalaron a Beltrán presenten una terna para designar un encargado definitivo hasta la realización de los nuevos comicios, que la Registraduría Nacional ya prepara. Este escenario ha reconfigurado el mapa político local, abriendo una disputa entre tres fuerzas principales: la del gobernador Díaz Mateus, los reductos políticos de Beltrán y los movimientos alternativos.



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