La controversia se centra en varios puntos: la histórica rivalidad entre el liberalismo santandereano y el clan Aguilar, y la delicada situación judicial del exgobernador, quien enfrenta una investigación por presuntos hechos de corrupción durante su mandato.

Varios dirigentes liberales con credenciales y trabajo de base han manifestado públicamente su frustración.

El diputado Francisco González cuestionó directamente el aporte de Aguilar al partido: “¿Richard Aguilar qué le ha aportado al Partido Liberal?, aún no hemos entendido por qué las directivas le están permitiendo que un desconocido en la colectividad venga a ocupar unos espacios que muchos liberales verdaderos vienen haciendo durante muchos años”.

González anunció que, junto a otros líderes, está redactando una carta para sentar formalmente su posición.

A este reclamo se sumó el diputado Ramón Ramírez, quien exigió que se consulte a las bases del partido. La molestia también se ha extendido al sector del senador Jaime Durán, quien se vería afectado electoralmente por la nueva candidatura. Este conflicto interno amenaza con fracturar la unidad del partido en la región de cara a las elecciones legislativas de 2026.