Una audiencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) se llevó a cabo en Bucaramanga, donde 31 exintegrantes de la fuerza pública y un antiguo detective del DAS rindieron versión sobre ejecuciones extrajudiciales ocurridas en Santander. La diligencia, marcada por crudos testimonios de los comparecientes y el dolor de las víctimas, es un paso clave en la búsqueda de verdad, reparación y no repetición en el marco del conflicto armado. Durante más de diez horas, los exuniformados, con rangos desde soldados hasta coroneles, buscaron ser acogidos por la justicia transicional. En sus intervenciones, varios admitieron que la presión por resultados operacionales influyó directamente en la comisión de los crímenes. El exoficial Antonio Ussa Cabrera confesó: “Desafortunadamente, la presión de los resultados. (...) La presión psicológica con la clasificación de las unidades automáticamente lo llevan a desarrollar ese tipo de operaciones”.
Otro excoronel concluyó su testimonio asegurando que en su época “una baja era más importante que diez capturas. Es resultados que pedían”.
Estas declaraciones generaron una fuerte reacción de las víctimas presentes. Una de ellas expresó: “Tiemblo de dolor, acaba de confesar con su boca, que tenía sed de crecer”. La audiencia, liderada por magistrados de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas, forma parte del seguimiento al régimen de condicionalidad que deben cumplir quienes se acogen a la JEP. El proceso judicial continuará durante varios días, revisando casos específicos de lo que la JEP investiga como asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate.
En resumenLa audiencia de la JEP en Bucaramanga representa un momento crucial para la justicia transicional en Santander, al confrontar a los responsables con sus crímenes y permitir a las víctimas escuchar la verdad sobre la sistematicidad de los 'falsos positivos'.