Fuertes lluvias acompañadas de granizo azotaron el área metropolitana de Bucaramanga, causando inundaciones y afectaciones significativas en sectores comerciales y viales, especialmente en Girón. Este evento climático puso a prueba la capacidad de respuesta de los organismos de emergencia y evidenció la vulnerabilidad de la infraestructura urbana ante fenómenos meteorológicos extremos. La tarde del lunes 1 de septiembre, una tormenta severa provocó la caída de granizo en la zona industrial de Chimitá y en la Central de Abastos de Bucaramanga (Centroabastos), afectando a comerciantes y la movilidad. Las precipitaciones generaron inundaciones generalizadas en vías clave como el Anillo Vial, la carretera que conecta Lebrija con Girón y la vía Chimitá.
Uno de los puntos más críticos fue el peaje cercano al Aeropuerto Internacional Palonegro, que quedó completamente anegado, obligando a las autoridades de tránsito a establecer desvíos y controlar el tráfico en varios tramos.
Videos y reportes ciudadanos mostraron la magnitud de la emergencia, que también incluyó la caída de árboles. La Oficina de Gestión del Riesgo coordinó la evaluación de daños y el apoyo a los sectores afectados, mientras instaba a la ciudadanía a conducir con precaución y a no arrojar basuras a las alcantarillas para evitar el colapso del sistema de drenaje. A pesar de los estragos materiales y el caos vehicular, no se reportaron víctimas fatales.
En resumenUna intensa tormenta con granizo generó inundaciones y graves problemas de movilidad en el área metropolitana de Bucaramanga, exponiendo las debilidades de la infraestructura vial y de drenaje ante eventos climáticos severos y movilizando a los organismos de emergencia para atender la contingencia.