El alcalde Jaime Andrés Beltrán se comprometió a que “ningún caso quedará impune”, buscando así restaurar la tranquilidad y capturar a los responsables.
La medida fue una respuesta directa a dos crímenes que generaron gran indignación.
El primero fue el de Javier Celis Orejarena, de 38 años, asesinado en el barrio La Aurora por cuatro hombres en motocicletas que intentaron robarle un bolso. Cuarenta y ocho horas antes, el taxista Gilberto Herreño Moreno, de 60 años, fue atacado en el barrio Café Madrid por un pasajero que le disparó dos veces en la cabeza para robarle sus teléfonos celulares.
Este último hecho provocó un plantón del gremio de taxistas frente al Hospital Local del Norte, exigiendo justicia y mayores garantías de seguridad.
En respuesta, el alcalde Beltrán aseguró: “Con la Fuerza Pública coordinamos todas las acciones para dar con el paradero de los responsables. Activamos plan de recompensas y los seguimientos con cámaras de seguridad avanzan desde la Policía Metropolitana de Bucaramanga”. La Policía ha desplegado labores de vecindario y está revisando exhaustivamente las grabaciones de cámaras de seguridad en ambos sectores para identificar y localizar a los autores de los crímenes.