La estrategia se basa en acciones tanto intramurales como extramurales, con un fuerte componente comunitario. Entre las acciones clave se incluyen la creación de huertas caseras, para las cuales se suministrarán semillas, abonos y herramientas; la entrega de mercados concertados con las comunidades; y la promoción de compras locales para dinamizar la economía campesina.
Un equipo interdisciplinario compuesto por nutricionistas, psicólogos, agrónomos y gestores comunitarios realizará un seguimiento continuo.
El gerente de la ESE HUS, Ricardo Arturo Hoyos Lanziano, calificó el convenio como «una oportunidad histórica para abordar la desnutrición de manera integral, llegando no solo a los niños en recuperación clínica, sino también a sus familias y comunidades, con programas de autoconsumo y seguridad alimentaria que perduren en el tiempo». De esta manera, se busca no solo tratar la enfermedad, sino también atacar sus causas estructurales, fortaleciendo el derecho a una alimentación adecuada.