
La Seguridad en Bucaramanga: Entre Cifras Positivas y la Percepción Ciudadana
Bucaramanga presenta un panorama de seguridad complejo, donde las estadísticas oficiales que muestran una reducción en ciertos delitos contrastan con la preocupación ciudadana y el enfoque prioritario de las autoridades en la materia. Según la Policía del área metropolitana, los hurtos en la ciudad han disminuido un 28%, posicionándola con una de las cifras más bajas entre las capitales del país. Sin embargo, la percepción de inseguridad se ve alimentada por casos de alto impacto y el discurso político continuo sobre la necesidad de fortalecer las estrategias de control. El alcalde Jaime Andrés Beltrán, incluso en medio de la crisis por la anulación de su elección, ha reiterado que la seguridad es una de sus prioridades. A nivel departamental, el gobernador Juvenal Díaz Mateus ha propuesto reformas estructurales para mejorar la financiación de la fuerza pública, como trasladar el Fondo Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (Fonsecón) al Ministerio de Defensa para una asignación de recursos más técnica y menos política. “La plata de la seguridad no se puede seguir manejando con criterios políticos”, afirmó el gobernador. Esta preocupación se ve reflejada en la realidad judicial de la ciudad, donde se reportan casos graves como la condena a un hombre por abusar de sus hijas y la captura de un mototaxista señalado de agredir sexualmente a una menor. Estos hechos, aunque resueltos por las autoridades, contribuyen a una sensación de vulnerabilidad que las cifras de reducción de hurtos no logran disipar por completo.



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