La estabilidad política de Bucaramanga se ve alterada tras la anulación de la elección de su alcalde, Jaime Andrés Beltrán, por parte del Consejo de Estado. Esta decisión, fundamentada en doble militancia, obliga a la ciudad a prepararse para unas elecciones atípicas y genera un periodo de incertidumbre administrativa. La Sección Quinta del Consejo de Estado confirmó el 21 de agosto la nulidad de la elección de Jaime Andrés Beltrán, ratificando un fallo previo del Tribunal Administrativo de Santander. La causa fue la comprobación de doble militancia, ya que Beltrán habría apoyado a candidatos de colectividades distintas a las que conformaban su coalición avalista: Colombia Justa Libres, Salvación Nacional y el Partido de la U. A pesar de la contundencia del fallo, la salida del mandatario no es inmediata, pues la sentencia debe quedar ejecutoriada, un proceso que podría tardar semanas mientras se resuelven posibles recursos de aclaración o súplica.
El analista Laureano Tirado estimó que Beltrán podría permanecer en el cargo por unos 45 días más. Una vez se formalice la vacancia, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, deberá nombrar un alcalde encargado a partir de una terna presentada por la coalición que respaldó a Beltrán. Posteriormente, la ley exige convocar a elecciones atípicas en un plazo máximo de dos meses, por lo que se estima que los bumangueses volverían a las urnas entre noviembre y diciembre de 2025. Ante la situación, el gobernador Díaz Mateus expresó su respaldo al alcalde saliente para garantizar la continuidad institucional, afirmando: “Desde la Gobernación de Santander reafirmamos nuestro compromiso de trabajar de la mano con la Alcaldía para que los programas continúen, la seguridad se fortalezca y Bucaramanga siga avanzando con esperanza y unidad”.
En resumenEl Consejo de Estado anuló la elección del alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, por doble militancia, lo que desencadena un proceso que incluye el nombramiento de un alcalde interino y la convocatoria a elecciones atípicas para finales de 2025, sumiendo a la ciudad en una notable incertidumbre política.