El alcalde Alejandro Char celebró la finalización de esta fase, anunciando que “muy pronto estarán abiertas para el disfrute del mundo entero”.

No obstante, la euforia por la nueva atracción se ve empañada por revelaciones sobre su proceso de adjudicación. Un informe periodístico detalló la existencia de un correo electrónico fechado el 26 de marzo de 2024, más de un mes antes de que el proyecto se hiciera público en el Secop, donde uno de los futuros contratistas ya mencionaba tener el apoyo del alcalde para el negocio. Se alega que esto demuestra el manejo de información privilegiada. Además, se cuestiona la adjudicación de contratos a dedo, como el de 7,6 millones de euros a la empresa italiana Fabbri Group para la adquisición de las piezas. La controversia se agudizó con la denuncia del empresario Samuel Tcherassi, quien acusó al alcalde Char de haberle pedido una coima del 10%, y que al negarse, fue excluido del proceso. La Alcaldía no se ha pronunciado sobre estas graves denuncias, dejando una sombra de duda sobre la transparencia de uno de los proyectos turísticos más visibles de la administración.