El gobernador del Atlántico y presidente del Consejo Superior, Eduardo Verano, rechazó categóricamente los ataques, calificándolos de “inaceptables”. La crisis se profundizó debido a que el Consejo Superior no pudo elegir al nuevo rector en la sesión programada, ya que el proceso fue suspendido por una “lluvia de recusaciones” presentadas contra varios de sus miembros, incluido el propio gobernador, por presuntos conflictos de interés. Ante esta parálisis y el fin del período del rector Danilo Hernández, el Consejo designó a Josefa Cassiani, secretaria general de la institución, como rectora encargada para garantizar la continuidad administrativa mientras la Procuraduría General de la Nación resuelve las recusaciones y permite reanudar el proceso de elección.