El alcalde Alejandro Char destacó que la ciudad avanza “con paso firme hacia una transición energética” y que estos proyectos impulsarán “el desarrollo sostenible de nuestra ciudad con la generación de energías renovables que nos van a traer más calidad de vida”. La ubicación estratégica de Barranquilla en el Caribe colombiano ofrece un potencial significativo, con vientos que alcanzan hasta 13 metros por segundo. El proyecto se plantea en dos fases: una primera con capacidad de hasta 200 megavatios y una segunda que podría generar entre 350 y 500 megavatios.

Como ciudad portuaria y centro industrial, Barranquilla se perfila como un actor fundamental para el desarrollo, operación y mantenimiento de estas nuevas cadenas de valor energéticas. La adjudicación de estas áreas no solo impactará la matriz energética, sino que también fomentará la creación de una nueva industria eólica marina en Colombia, con el potencial de atraer inversión internacional, generar empleo especializado y promover el desarrollo sostenible en las zonas costeras.