El escepticismo se vio reforzado por una masacre en una barbería del barrio Pinar del Río, que dejó tres muertos apenas un día después del anuncio del pacto, poniendo en duda el control real de los cabecillas sobre sus estructuras en las calles. El analista Luis Fernando Trejos señaló que estos grupos “han dinamizado los mercados de la muerte” y que, aunque se debe tener un “optimismo moderado”, es probable que otros grupos llenen los vacíos que dejen.