Un informe de Calidad de Vida 2025 presentado por la iniciativa Barranquilla Cómo Vamos revela que la extorsión, la alta informalidad laboral y un elevado nivel de endeudamiento público son los desafíos más apremiantes para la capital del Atlántico. A pesar de algunos avances en educación y salud, estos problemas estructurales amenazan la sostenibilidad y el bienestar de la ciudad. En materia de seguridad, la extorsión se ha convertido en el principal flagelo, con un crecimiento explosivo de casos reportados que se multiplicaron por ocho entre 2018 y 2024, pasando de 108 a 892. La tasa de 69,7 extorsiones por cada 100.000 habitantes supera ampliamente la media nacional. Los homicidios también muestran una tendencia creciente, con una tasa de 41 por cada 100.000 habitantes en 2024. En respuesta, las autoridades han lanzado estrategias como la publicación de carteles con los delincuentes más buscados por este delito, ofreciendo recompensas de hasta 10 millones de pesos. El mercado laboral presenta otro reto crítico: la informalidad afecta a 5 de cada 10 personas ocupadas. Aunque la cifra ha disminuido desde el pico de la pandemia, sigue siendo superior al 50%.
El desempleo juvenil también es preocupante, con una tasa del 22,3% en 2024. En cuanto a las finanzas públicas, el informe destaca un aumento en el recaudo y la inversión, pero llama la atención sobre el endeudamiento, cuyo saldo asciende a $3,16 billones con vencimientos hasta 2048. Además, la ciudad muestra una alta dependencia de las transferencias del gobierno central, que representan el 42% de sus ingresos, lo que plantea la necesidad de diversificar sus fuentes de financiación.
En resumenEl informe de Barranquilla Cómo Vamos dibuja un panorama de contrastes, donde los avances en ciertos indicadores sociales se ven opacados por graves problemas estructurales en seguridad, empleo y finanzas. Abordar de manera integral la extorsión, la informalidad y la sostenibilidad fiscal es ineludible para garantizar un desarrollo equitativo y seguro para la ciudad.