El panorama es preocupante.
Según el informe, la extorsión experimentó un crecimiento explosivo, multiplicándose por ocho entre 2018 y 2024, al pasar de 108 a 892 casos reportados.
Esto se traduce en una tasa de 69,7 extorsiones por cada 100.000 habitantes, muy por encima de ciudades como Bogotá o Cali. Este delito golpea directamente al tejido empresarial, compuesto en más de un 90% por microempresarios. Paralelamente, la violencia homicida muestra una tendencia creciente, con un promedio de dos a tres asesinatos diarios en 2024 y una tasa de 41 por cada 100.000 habitantes. Estos datos se ven reflejados en hechos concretos, como la masacre en una barbería del barrio Pinar del Río, que elevó a 62 el número de masacres en Colombia durante 2025. El informe de Barranquilla Cómo Vamos conecta esta crisis de seguridad con otros retos estructurales de la ciudad, como la alta informalidad laboral, que afecta a cinco de cada diez trabajadores, y un elevado endeudamiento público. En respuesta, las autoridades han implementado estrategias como la publicación de carteles con los delincuentes más buscados por extorsión, ofreciendo recompensas para incentivar la denuncia ciudadana y la captura de los responsables.