Este pacto representa un intento sin precedentes por desactivar la violencia que azota a Barranquilla y su área metropolitana.

El acuerdo, sellado por Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias ‘Castor’, y Digno Palomino, marca un punto de inflexión en la dinámica criminal del Atlántico. Estas dos organizaciones, que según el investigador Luis Fernando Trejos “han dinamizado los mercados de la muerte y de las ventas ilegales en el departamento en los últimos 10 años”, surgieron como disidencias de grupos mayores y han protagonizado una cruenta guerra por el control territorial. El pacto, que responde al llamado de la “paz total” del Gobierno Nacional, incluye compromisos explícitos para suspender homicidios, extorsiones y el reclutamiento de menores, así como desvincular las populares fiestas de 'picós' del control criminal. En palabras de alias 'Castor', el objetivo es “iniciar el recorrido de la hoja de ruta pertinente y compromisos encaminados a desactivar la violencia, reparar a las víctimas y someternos a la ley”. La tregua ha sido recibida con un “optimismo moderado” por analistas como Trejos, quien advierte que otros grupos podrían llenar los vacíos de poder. Además, el acuerdo no ha estado exento de polémica; la senadora Paloma Valencia lo criticó afirmando: “Es una vergüenza que este país crea que la paz consiste en rogarle a la criminalidad”.

A pesar de las dudas sobre su cumplimiento y los mecanismos de verificación, las autoridades ya reportan una leve reducción en delitos de alto impacto, coincidiendo con el inicio del pacto, aunque hechos violentos posteriores al anuncio, como el asesinato de un conductor, generan incertidumbre.

La ciudadanía permanece expectante, esperando que esta tregua se traduzca en una paz duradera para la región.